Camino de Santiago
Empiezes donde empiezes, vayas por donde vayas, lo hagas con quien lo hagas, siempre habrá sorpresas que te alegrarán de veras. Bien sea la belleza del lugar o el sabor de los colores; sea lo que sea, la belleza se olfatea. Entre las bravas, largas y duras calzadas nadie se enfada. Como dice M.H.: "Aunque caiga una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes". Que entre la gente hay buen ambiente y ningún impertinente. Peregrino, así es el camino: el valor ha de ser tu amigo y el miedo tu enemigo.
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