La sombra roja
Esa inhóspita sombra siempre se encuentra allí; es roja como sí la sangre sangra; es chismosa, espontánea e inédita, como sí los pintores cantan. Zalamera, agradecida y noble, como sí los cantantes pintan. Veo a la sombra... y le ofrezco una espléndida rosa; pero no cualquier rosa, sino carmesí, pujante y linda pasión. Todo el mundo piensa que estoy "de la olla"; piensan que formo parte de una secta de sombras rojas; no son capaces de entender mi pasión por las sombras rojas. Ella cada día se me acerca más y más… hasta que de pronto un día me lleva más allá. Sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario