lunes, 5 de marzo de 2012

Fernando Toral Zamorano

Palomas
     ¿Qué sería del mundo sin palomas? Hogar, casa, planeta, mejor. Ratas voladoras azules, grises, cagonas… La mitad sin pata, son tarros de enfermedades. Las palomas cagan y vuelan. Si manchan, no importa, son palomas. Plaga voladora, alcantarilla del aire… son palomas. Se puede ver su asqueroso olor. Por suerte no pían, pero su olor si canta. Bichos con plumas, escarabajos peloteros con alas, cucarachas con pico grises y demás… son palomas.

RE: Ignacio González de Heredia Moro

Los delfines

     Impactante desde el principio, sorprendente hasta el final; estuve en el aire poco tiempo y ya podia oler la pureza del agua. Un escalofrío me recorrió. Aquellas sorprendidas, silenciosas, serenas y tranquilas aguas rompieron su paz; pude sentir el roce de aquellas rugosas, naturales y perfectas escamas de exóticos peces en mis pies; los sociables delfines nadaban alrededor con pequeñas olas...

TRABAJO

Bici

Objeto para ir por la calle, por tu casa y por alli también. Estan por todas partes y allí las ves. Algunas cortas, algunas largas, pero siempre con su manillar y sus ruedas también. Objeto deseado por la multitud también, que tú y yo utilizamos y aquel, también. Espero que te haya gustado y la utilizes también.


Antonio Barrera Reyzábal Número 5 (Falte el jueves y viernes y no sabia muy bien como habia que hacerla Don Miguel) ::

miércoles, 29 de febrero de 2012

Ángel de Martín Maurer

 Mi jardín

     El olor a tierra húmeda, fresca, limpia; el aroma de la delicada lavanda, la frescura del cítrico naranjo y las diamantinas lágrimas de los árboles, embriagaron mi jardín.  La lluvia acababa de cubrirlo con sus inimitables matices.  La musicalidad de cada aroma, independiente del resto, se unía hasta formar una suave y olorosa melodía. Las finas rosas salpicaban de aloque el  Edén, y la salvaje madreselva conquistaba los altos leños. Las flores se alzaron, con un estallido de color que  inundó todo. Ni siquiera los matices del pavo real podían igualar tal esplendor. Del vergel emanó el exquisito perfume de las hierbas aromáticas, tales como el eneldo o el tomillo, a las que se sumó las exóticas notas del extravagante curry. De pronto, como Artemisa surgida del Bosque, o Venus nacida del mar, cual cisne de madreperla y marfil; se abrió la mejor de las flores, mi mujer.  Azahares en sus aúreos cabellos engarzados tenía, por zafiros sus ojos, por rubí sus labios. El vaporoso vestido de soplo oscilaba suavemente, como suspiros soltados al aire. Me miró risueña, y la alcancé; y, juntando sus labios con los míos, la besé.

Francisco José Moreno Monserrat

Una descripción cavilada frase a frase

     Para la descripción que el profesor demanda, con esmero, paciencia y orgullo, para una descripción hecha y derecha, son necesarias varias cosas. Entre ellas están, pluma, muchos pliegues, esmero y perseverancia. Todo esto se prescisa, para hacer bien la actividad. Pluma y pliegues, es obvia su finalidad. Aunque el esmero es muy importante, no es imprescindible. También perseverancia, pues has de acabar, no sólo empezar. Una última, no antes enunciada, es la inteligencia, pues, frase a frase, el escrito debes caligrafiar. El profesor quiere reflejar en nuestro pasaje las características modernas modernistas. Los textos modernistas son superficiales, complicados en palabras y simples en estructura. Usan símbolos clásicos, aunque no lo quieran admitir. Rubén Darío es un ejemplo. De él un poema nos han puesto, y sin oírlo promulgado por el profesor, lo he leído y me he asombrado. Doy este escrito por finalizado, tras haberlo, frase a frase, cavilado.

prosa

Madrugar

     Tan tranquila la noche, hasta que el despertador odiado intenta desvelar tu alma; pero tú, cansado, matado y vago ni caso al sonoro aparato. Finalmente, cuando la alarma repite y repite su soniquete, y tu sueño se desvanece, te levantas de una vez por todas. Con los ojos cerrados, cegados de luz de sol, que atraviesa el ventanal, vuelves a la cama perfecta y acolchada. "A quien madruga, Dios le ayuda", dice el refrán; pero a las seis y media de la mañana, aunque tu mente esté desarrollada, no se te ocurre nada, ni esa frase currada, solo la idea de volver a la cama.

Javier Calderón Baselga

El Viento
    
     Frío, seco y molesto; tranquilo, apacible y cálido; son las dos caras del viento. Un gélido y sórdido soplo o un sugerente susurro silbante. El viento gusta o no. Es  una caja de bombones, sabe a mar, paz, frescura... Tiene un dios, Eolo. Es huracanes, tornados y tifones; y es frío y calor. El viento es cortante y susurrante, se mueve en masa, surca la tierra; masas grandes y pequeñas. Es enemigo del hombre, destruye y arrasa. Pero el viento produce energía y electricidad. El viento siempre con sus dos caras; dos caras queridas y odiadas.

Emilio Ballesteros Flores 4ºA E.S.O.

Nuestro colegio

     Si fuese un niño cualquiera, no estaría en el Prado; somos hormigas, trabajamos todo el día; trabajar, escribir, atender, estudiar... todas las semanas las mismas tonterías. Nosotros, los estudiantes, somos tontos, estúpidos y desatentos; nuestros padres currando y nosotros holgazaneando. Somos personas extraordinarias, pero nos comportamos ordinariamente. No sabemos sacar lo mejor de nosotros, el EXTRA.

Francisco Garrido Delgado

Una brillantez inusual

     El balón bailaba al compás de las olas marinas, entre las barcas; con más fuerza incluso que el golpear de baquetas contra la batería, que daría lugar a una base bestial. Pero al tiempo, atravesando la oscuridad, la tenue luz de la luna, alcanzaba como un láser letal la superficie del esférico, y daba en él una brillantez inusual.

Pedro Vazquez de prada


La evolución de la vida

     La vida es una sala de espera: si se espera se evoluciona, y si se evoluciona se es feliz. Una espera llena de tentaciones, emociones, y malas construcciones. Durante la espera es raro no cometer lujurias, pero esas se remedian y se vuelve a la espera. Superado el desafio de la sala de la espera, pueden ocurrir varias cosas: la felicidad eterna, o la eterna desesperación: la gente buena, a la felicidad; y al gente que no se merece esa, va al lugar más temeroso, el infierno.